viernes, 31 de mayo de 2013

Aprende a ser un buen cuentacuentos



De tantas veces que los habeis explicado, os sabeis de memoria Caperucita Roja, Los tres cerditos o Juan sin miedo. Seguramente para vuestros hijos, no han nadie que os iguale en el difícil arte de poner voz de animal, de bruja o de príncipe valiente y recordar exactamente el tono para la siguiente ocasión. Pero ¿sois los mejores cuentacuentos del mundo mundial?

Para fomentar el amor por la lectura, algo que además de ayudarles a desarrollar su imaginación ahora y por consiguiente su inteligencia después, les dará grandes satisfacciones a lo largo de la vida, no hay como predicar con el ejemplo: Si queremos que ellos lean, que nos vean leer a nosotros.
Tampoco podemos obligarles a leer, o perderá todo el encanto y acabarán odiándolo si es una imposición.
Es conveniente que comiencen a desarrollar el amor por la lectura, y no por el libro que nosotros queremos, sino de la forma que a ellos les nazca. Un cómic es bueno, un libro de aventuras o uno de princesas, de mecánica o de intriga. Es importante respetar sus gustos, actuando únicamente de moderadores de edad, porque si queremos que acabe amando TODA la lectura, primero hemos de conseguir que "se enganche" a leer.
Para poderles mostrar el amplio abanico de posibilidades lectoras que tienen, nada como una biblioteca. Infórmate en la biblioteca de tu municipio o la que te quede más cerca, porque en muchas ofrecen 'tardes cuentacuentos' gratuítas, donde disfrutan ellos... ¡y disfrutamos nosotros! Así podeis escuchar un buen rato de cuentos, y despues mirar, ojear y hojear todos los libros que queráis, y llevaros a casa aquellos que más os hayan gustado. Supongo que funciona igual en toda España, pero en Cataluña tan sólo hay que hacerse una tarjeta de socio, gratuíta e instantánea, para poderse llevar libros en préstamo.
Si estás pensando en comprarle algún libro, mejor llévatelo a la librería... Que lo escoja él, mientras respira el inconfundible aroma de una librería repleta de libros nuevos (¡a mí me encanta!!!).
Y sobre todo, léele cuentos desde bien pequeñito. Leí a un enfermero un día que contaba cómo una mamá le preguntaba si con dos años 'ya podía' leerle y comprarle cuentos a su niño... ¡por supuesto!!! Existen infinidad de títulos maravillosos, dulces y cortitos, para leerles desde su más tierna infancia...  

Aquí tienes algunos listados de cuentos que quizás te puedan ser útiles:
 

Para aprender a ser aun mejor cuentacuentos y conseguir captar toda la atención del pequeño, tan solo hace falta que os atreváis a inventar las historias a explicar, que sean únicas e irrepetibles. Aquí teneis unos cuantos trucos que os ayudarán a tener la nota más alta en el concurso de "mejor explica cuentos del mundo". Tomais nota?
  • Involucrad a los niños en la historia. Los podéis convertir en el protagonista de la historia o hacerlo colaborar aportando sonidos y ruidos que lo enriquezcan. Lo importante es que conseguireis que focalice su atención en el momento.
  • Convertidla en una historia familiar. "Había una vez, cuando la abuela era pequeñita...". Las cosas que pasaban antes no son, de hecho, tan diferentes a las que pasan ahora. Conseguireis darles a los cuentos un sentido del tiempo y de la historia.
  • Basad la historia en un tema real. Adaptad el cuento a lo que en ese momento rodee la realidad de los niños. Si ha de nacer un nuevo hermanito, si han de comenzar en un nuevo colegio, si os teneis que cambiar de casa... Todos son buenos puntos de partida para crear un cuento. Tendrá un buen punto de partida cuando pasen estas cosas.
  • Explicadlos y volvedlos a explicar. No descubrimos ningun secreto si os decimos que a los niños les gusta mucho sentir una y otra vez la misma historia. Muchos, no tienen límte!

"Contarle cuentos a los pequeños es un hábito que quedo en el pasado, allá con nuestros padres y abuelos; una clásica escena que se quedo atrapada en el televisor.
Hoy los padres estamos tan saturados de tareas que no nos queda tiempo para nuestros hijos, y mucho menos para leerles un cuento antes de dormir.
El leerle un cuento nuestros hijos todas las noches es más que una simple actividad para arrullarlos, puede beneficiarles de manera importante tanto a ellos como a nosotros, por ejemplo ¿sabías que al leerle estimulas su lenguaje e imaginación?, ¿consigues relajarte y relajarlo creando unos lazos más fuertes entre ambos?" [Sigue leyendo]

Además, si con unas titellas de dedo vais ilustrando la narración, dejaréis a los peques sin poder pestañear. Os dejo este precioso cuento descargable: "La manzana que quería ser estrella" para que toméis nota de ello.
Y para poder dar el 'do de pecho' y tener una guía al menos para los primeros inicios, nada mejor que un libro:

EL ARTE DE CONTAR CUENTOS A LOS NIÑOS
Raines, Shirley e Isbell, Rebecca
ISBN: 9788497544498

Un libro excelente que recomiendo muchísimo, con 16 cuentos educativos que aunque se pueden leer, están redactados para ser narrados. En cada cuento, párrafo a párrafo, hay indicaciones laterales para captar la atención de los niños y aprender trucos para ser un excelente 'cuentacuentos'. Además, al final del libro hay unos resúmenes de cada cuento, con frases 'clave' para no perder el hilo durante la narración si te atreves a explicarlo sólo con pauta (sin leer). Y encima, incluye actividades para hacer con los niños al finalizar. Una excelente herramienta!

Si quereis leer más sobre él, podeis hacerlo en este enlace.

Os dejo con unos excelentes ejemplos (desactiva el sonido del blog al final de la columna derecha)





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      martes, 28 de mayo de 2013

      ¡Premio LIEBSTER AWARD!

      ¡He recibido un premio! ¡Qué ilusión!
      El sueño de ser mamá me ha otorgado el galardón "Liebster Award", un reconocimiento virtual que se realiza de bloguer@s a bloguer@s, lo que quiere decir que alguien que pasa tiempo escribiendo en su blog, valora el trabajo que haces escribiendo tu el tuyo... así que no puedo más que dar las ¡gracias, gracias, gracias! ¡Es todo un honor!

      El fin de este premio es promocionar nuevos blogs o dar a conocer blogs que no cuenten con muchos seguidores para ayudar a aumentar su público.
      Ahora, tal y como estos premios suelen conllevar, procederé a detallar los requisitos que condicionan aceptar este honorable galardón:
      • Ha de nombrarse al blog que te lo ha concedido, en mi caso, EL SUEÑO DE SER MAMÁ.
      • Ha de otorgarse este premio a 11 blogs que tengan menos de 200 seguidores
      • Han de visitarse los 10 blogs 'galardonados' junto con el tuyo.
      • Han de hacerse 11 confesiones (sobre este punto he encontrado diferentes interpretaciones, como, además o sustituyendo a este punto, contestar y hacer a su vez 11 preguntas). Como eso tiene más trabajo, me quedo con las 11 confesiones. ;)
      • Has de hacerte seguidor del blog que te ha otorgado el premio 
      • Por último, se ha de informar a tus "blogs galardonados" para que pasen a recoger el premio por tu blog.

      Así pues, paso a enumerar los 11 blogs que considero merecedores de este premio:
      1. Centro Hebamme
      2. Úteros de Guerrilla
      3. Deseducada
      4. Diario de una mamífera
      5. La crianza con apego es mi forma de cambiar el mundo
      6. ¿Qué tendrá la princesa?
      7. Marsupina, mamá cangura
      8. Papá conejo, mamá piojo
      9. A través de la infancia
      10. Educació i les TIC
      11. Criar hoy

      Y a realizar mis 11 confesiones:
      1. Soy adicta al chocolate en cualquier forma y presentación.
      2. Me encantan los bebés.
      3. Mi vocación frustrada, desde los 6 añitos, es ser 'enfermera de sacar niños' (en lenguaje de 6 añitos)
      4. Paso demasiado tiempo en Facebook y tengo propósito de enmendarlo, vinculándolo al punto 6.
      5. He vuelto a estudiar con 34 años... aunque no va a ser para comadrona, pero si va a ser para largo.
      6. El punto 5 le augura un largo periodo de pausa a este blog a partir de septiembre.
      7. Tengo otro blog donde no hablo ni de partos, ni de tetas ;)
      8. Admiro profundamente a las personas inteligentes y sencillas.
      9. Me gustan las personas luchadoras.
      10. He comenzado a hacer deporte y he descubierto que estaba [estoy] fa-tal!
      11. Hace meses que me ronda por la cabeza crear un premio "Por Un Parto Respetado".

      Nota: Existen varias imágenes de este premio, para que os quedéis con la que más os guste.


       
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      viernes, 24 de mayo de 2013

      Patriarcado, represión sexual y partos dolorosos (Laura Gutman)


      Las mujeres llevamos varios siglos de historia sumidas en la represión sexual. Esto significa que hemos considerado al cuerpo como bajo e impúdico, a las pulsiones sexuales malignas y a la totalidad de las sensaciones corporales, indeseables. ¿En qué momento aprendemos que no hay lugar para el cuerpo ni el placer? En el mismísimo momento del nacimiento. Segundos después de nacer, ya dejamos de ser tocados. Perdemos el contacto que era continuo en el paraíso uterino. Nacemos de madres reprimidas por generaciones y generaciones de mujeres aún más reprimidas, rígidas, congeladas, duras, paralizadas y temerosas de acariciar. Entonces el instinto materno se deteriora, se pierde, se desdibuja.


      En este contexto, las mujeres con siglos de Patriarcado encima, alejadas de nuestra sintonía interior, no queremos parir. Es lógico, ya que nuestros úteros están rígidos y así duelen. Nuestro vientre está acorazado y nuestros brazos se defienden. No hemos sido abrazadas ni acunadas por nuestras madres, porque ellas no han sido acunadas por nuestras abuelas y así por generaciones y generaciones de mujeres que han perdido todo vestigio de blandura femenina. Por eso cuando llega el momento de parir nos duele el cuerpo entero por la inflexibilidad, el sometimiento, la falta de ritmo y de caricias. Odiamos desde tiempos remotos nuestro cuerpo que sangra, que cambia, que ovula, que se mancha y que es inmanejable.


      Es importante tener en cuenta que además del sometimiento y la represión sexual histórica, las mujeres parimos en cautiverio. Desde hace un siglo -a medida que las mujeres hemos ingresado en el mercado de trabajo, en las universidades y en todos los circuitos de intercambio público- hemos cedido el último bastión del poder femenino: el parto. Ya no nos queda ni ese pequeño rincón de sabiduría ancestral femenina. Se acabó. No hay más escena de parto. Ahora hay tecnología. Máquinas. Hombres. Tiempos programados. Drogas. Pinchaduras. Ataduras. Rasurados. Torturas. Silencio. Amenazas. Resultados. Miradas invasivas. Y miedo, claro. Vuelve a aparecer el miedo en el único refugio que durante siglos permaneció restringido a los varones. Resulta que hasta esa cueva íntima, hemos abandonado. Haber entregado los partos fue como vender el alma femenina al diablo. Ahora nos toca a las mujeres hacer algo al respecto, si nos interesa recuperar el placer orgásmico de los partos y si asumimos el poder que podemos desplegar en la medida que los partos vuelvan a ser nuestros.


      Laura Gutman.


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      viernes, 17 de mayo de 2013

      Lactancia materna al volver al trabajo



      Extracto del libro de Carlos González, "Un regalo para toda la vida"

      [...] Porque he visto a muchas madres destetar antes de volver al trabajo (a veces destetar un mes antes de volver al trabajo), porque: "Cuando trabaje, no le podré dar el pecho". Incluso he conocido a alguna madre que no ha dado el pecho nada, ni un día, porque como iba a trabajar, total, por cuatro meses... Pues bien, no podrá dar el pecho durante la jornada laboral [...], pero sí que podrá dar el pecho el resto del día, y por la noche, y los fines de semana. Si de todas maneras piensa darle leche artificial, por qué no darle también el pecho por las tardes? Le evitará un disgusto a su hijo (a los niños no les gusta que mamá se vaya, y tampoco les gusta que les desteten. Destetarles e irse a trabajar es un palo después de otro). La leche materna le hará más resistente (no resistente del todo, que eso es imposible, pero un poco más resistente) a los muchos virus que le acechan en la guardería. [...]
      Puede sacarse leche. [...]
      Pueden darle otras cosas que no sean leche. Recuerde que la comida alimenta lo mismo a cualquier hora. Lo digo porque existe una costumbre tan arraigada de dar a los bebés la fruta por la tarde y verdura por la noche que muchas madres se sacan leche y la dejan en la nevera para que la abuela se la dé a su hijo, y luego cuando vuelven a casa le dan ellas la fruta. Con lo fácil que sería que la abuela le de fruta, pollo, lentejas, albóndigas y lo que haga falta, y la madre cuando esté en casa le dé teta y más teta.[...]
      Si vuelve a trabajar entre los cuatro y los seis meses, y no quiere, o no puede, o no le resulta práctico sacarse leche, es mejor adelantar un poco las papillas que darle leche artificial. Porque la leche (y sus derivados, incluyendo cereales con leche y yoghures) es la primera causa de alergia alimentaria en niños pequeños.. Es menos peligroso darle arroz hervido o plátano machacado [...] Hasta los seis meses, los domingos y festivos dele sólo pecho. Papillas, solo las imprescindibles. [...]
      Los bebés mayorcitos, que ya estaban comiendo una cantidad apreciable de papillas, probablemente seguirán comiendo cuando su madre se vaya a trabajar. Pero los de cuatro o seis meses (y muchos de ocho y diez), que (casi) sólo toman pecho, es muy probable que se nieguen a comer. No quieren biberón, ni con leche materna ni (menos aún) con leche artificial. No quieren la leche en vaso ni con cuentagotas. No quieren plátano ni arroz hervido. No quieren nada de nada. [...] Simplemente se pasan la mañana sin comer, y gran parte del tiempo durmiendo, y luego recuperan mamando como fieras por la tarde y por la noche. [...]
      Conviene que deje a su hijo con el depósito lleno antes de salir. Ponga el despertador con tiempo suficiente para darle una toma en la cama; y tras asearse, vestirse y desayunar, vuelva a darle de mamar justo antes de salir. [...]

      Acostumbrarse a la comida
      Es muy útil acostumbrarlo a la persona que le va a cuidar, pero acostumbrarlo al biberón, o a la cuchara, días antes de volver al trabajo, es perder el tiempo.
      Si ese biberón contiene leche artificial, o si adelanta la papilla más aun de lo que ya la estaba adelantando, la nutrición de su hijo empeora. Podría estar todavía con lactancia materna exclusiva.
      Pero incluso cuando el biberón es de leche materna, o cuando intenta darle leche materna con un vaso, el esfuerzo es inútil y perjudicial (por la gran angustia que causa a todo el mundo).
      Cuando a un niño le dan un biberón por primera vez, pueden pasar dos cosas: que se lo tome o que lo rechace. [...] Si un mes o quince días antes de volver al trabajo le da un biberón a su hijo, y se lo toma encantado, ¿qué ha ganado?. Igualmente se lo habría tomado quince días más tarde. Lo único que ha conseguido es sustituir una toma de pecho, que es algo hermoso y relajante, por sacarse leche y meterla en un biberón, que es mucho más engorroso.
      Si, por el contrario, le da el pimer biberón y lo rechaza, lo escupe y se enfada, ¿qué puede hacer? ¿Taparle la nariz para que abra la boca y enchufárselo a la fuerza? Sólo conseguirá que las dos últimas semanas de estar en casa sean un infierno para ambos, en vez de aprovecharlas para disfrutar juntos. Y que le coja verdadera manía al biberón. ¿Irse de casa ocho horas para que el niño vea que no hay teta y acepte el biberón de manos de la abuela? Pues en ese caso, de qué sirve tener dieciséis semanas de permiso, si a las catorce o a las doce semanas se va a ir de casa y va a dejarlo con la abuela? Para estar ocho horas en la calle, perdiendo el tiempo, más vale que se vaya a trabajar, que al menos hace algo útil.
      Pase de acostumbrar a su hijo. El dia que empiece a trabajar ya veremos lo que ocurre. Si su hijo duerme tranquilo, que lo dejen en paz. Si se despierat y está contento, que jueguen con él. Si se despierta y parece que tiene hambre, que prueben a darle lo que haya previsto, el baso, el biberón o la cuchara. Si come, bien, y si no come, también; señal de que no tiene mucha hambre y prefiere esperar a que mamá vuelva.

      Imagen: Liga de la Leche Guatemala


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      domingo, 12 de mayo de 2013

      ¿Me escribes?


      Llegaste hasta aquí... no se por qué vía, pero ¡BIENVENIDA!!!
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      Si no comentas, ¡ni siquiera se que pasaste por aquí!
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      Bajo la presentación, tienes 'conoce este blog', para que sepas el motivo por el que comencé a escribirlo. Más abajo encuentras el INDICE a los más de 300 artículos alojados en 'el antiguo blog'. Luego verás los artículos agrupados por temas, el 'TOP TEN' con los diez artículos más leídos, el archivo del blog, la búsqueda por palabras, un traductor para traducir el blog a cualquier idioma, los accesos directos a las redes sociales, un montón de webs recomendadas y los gadgets mencionados para seguir, enlazar, suscribirse y seguir por mail.

      Si quieres, también puedes enviarme tu relato de parto/cesárea/lactancia materna a mireia.porunpartorespetado[arroba]gmail.com, para que lo publique en la categoría 'HISTORIAS'

      Te agradezco mucho tu colaboración dejando un comentario y compartiendo estos artículos... Es la única recompensa que se obtiene de un blog como éste, y si nunca tienes comentarios ¿me lee alguien? ¿Merece la pena seguir escribiendo?
      Tengo muchas cositas a medias que en estos meses no he podido hacer, pero pretendo comenzar a acabarlas en breve... si hay alguien al otro lado, si os gustan, si os interesan... dejadme comentarios en las entradas que leáis para enseñarme que merece la pena que le siga dedicando tiempo a este espacio.

      ¡Muchas gracias!


       
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      viernes, 10 de mayo de 2013

      Pelvis estrecha y Desproporción Cefalo Pélvica


      Si tu cuerpo crea desde dos células un bebé perfecto y completo, ¿por qué tu perfecto cuerpo no va a poder parirlo? Incluso en los bebés grandes, las pelvis se adaptan al tamaño de sus bebés.
      La verdadera desproporción cefalopélvica o DCP es muy poco común y sólo está asociada a deformidades pélvicas, normalmente causadas por desnutrición o una rotura pélvica mal sanada. La posición fetal durante el trabajo de parto y la posición materna durante el expulsivo, especialmente cuando las mujeres están en posición semisentada, son las causas por las que se diagnostican la mayoría de las DCP en la actualidad.

      Aquí algunos datos interesantes:

      1.- Nuestro cuerpo produce una hormona llamada RELAXINA, que aumenta durante el embarazo secretada por la placenta y vuelve más laxos (ablanda) los ligamentos de la pelvis (y en general de todo el cuerpo), por lo que nos da mayor flexibilidad en las articulaciones para que seamos capaces de 'abrirnos' para dejar paso al bebé en el momento del parto (por ese motivo también nos puede doler esa articulación durante y después del embarazo y tener mayor disposición a torceduras).
      Es el caso, por ejemplo, de la sínfisis púbica, formada por un fibrocartílago algo deformable (como un acordeón), que une cada lado del pubis y por ligamentos (delante, detrás, encima y debajo del fibrocartílago) que mantienen los dos huesos juntos e impiden su separación (lo que sería una distensión de la sínfisis púbica).


      Los huesos de la pelvis femenina están más abiertos para facilitar el embarazo y el nacimiento.

      2.- En la posición de CUCLILLAS se abre la pelvis un 33% más que durante el embarazo. Aunque en realidad, la LIBERTAD DE MOVIMIENTO a la hora de elegir una postura, para que cada mujer de a luz segun su propia fisionomía, es la mejor baza para conseguir parir bebés grandes (y pequeños).


      Existen además tres posiciones excelentes en las que la pelvis cuenta con mayor libertad de movimiento y por tanto mayor alivio del dolor, y son de pie, con las rodillas ligeramente flexionadas (si nos colgamos de un fular atado al techo descargamos gran parte del peso de las caderas); sentada sobre un balón grande (que sea de la medida adecuada); de rodillas o a cuatro patas.
      En este excelente vídeo podeis ver los movimientos que ha de realizar la pelvis en el momento del parto. ¡Sin libertad de movimiento no es posible, imaginad lo difícil que es realizar ese descenso si la mamá está tumbada boca arriba!:



      3.- Y además, los bebés nacen con FONTANELAS (su cráneo se compone de 5 placas y no está cerrado completamente al nacer) para que éstas puedan solaparse y adaptarse al canal de parto.
      En esta maravillosa e increíble imagen que nos ha cedido Natalia (¡mil gracias!), puede verse cómo se montan las fontanelas del cráneo del bebé para adaptarse al canal de parto justo en el momento del nacimiento (izda). Cuando una imagen vale más que mil palabras: ¿cómo alguien puede decirnos que 'somos estrechas' antes de dejarnos parir?

      [Click sobre la imagen para ampliar]

      4.- Por último, y desafiando a todas las teorías que han rezado sobre nuestras caderas y nuestros bebés inmaduros como consecuencia de la bipedestación, una nueva investigación llevada a cabo por la Universidad de Rhode Island, sugiere que la duración de la gestación humana está limitada principalmente por el metabolismo de la madre, y no por el tamaño del canal del parto. 
      "Según la hipótesis EGG, los bebés nacen cuando nacen porque la madre no puede aportar más energía al crecimiento fetal", explica Dunsworth, por lo cual, "la energía de la madre es la principal limitación evolutiva, y no sus caderas"

      Pocas, pocas cosas (como una rotura de coxis con luxación mal curada o una deformidad de la pelvis causada por desnutrición o mal crecimiento), pueden impedir de verdad el parto vaginal por DCP.


      Por estos motivos, las radiografías, pelvimetrías, 'pruebas de parto', o las mediciones durante la gestación resultan inútiles para 'predecir' el parto y aconsejar una cesárea por 'bebé grande': nuestro cuerpo se adaptará al bebé y el bebé a nuestro cuerpo cuando llegue el momento, sin olvidarnos de la importancia que tiene la libertad de movimiento durante el trabajo de parto y la postura adoptada.


      Que no os engañen, aunque seáis bajitas y estrechas, ¡si podéis gestar, podéis parir!



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      Relaxina para la maduración cervical y la inducción del trabajo de parto - See more at: http://summaries.cochrane.org/es/CD003103/relaxina-para-la-maduracion-cervical-y-la-induccion-del-trabajo-de-parto#sthash.v1M3ZFAq.dpuf

       
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      viernes, 3 de mayo de 2013

      Dales raíces, dales alas.



      Alas de Eureka kids

      Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo.
      Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño.
      Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida.

      Sin embargo...en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño,
      perdurará siempre la huella del camino enseñado.
       
      (Madre Teresa de Calcuta)

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      PINTARÁ LOS SOLES DE SU CAMINO


       
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      miércoles, 1 de mayo de 2013

      La historia de Miren

      El siguiente relato y sus fotografías pertenece en exclusiva a su autora y ha sido cedido voluntariamente para ser publicado en este blog (reproducción literal del texto original). 
      Por favor, deja un comentario a Miren en agradecimiento por haber compartido su historia con nosotras. 
      Queda prohibida toda copia y reproducción.




      Me llamo Miren y voy a contar el parto de Nahia, mi primera y de momento, única hija, del que guardo un recuerdo maravilloso y que me ha cambiado para siempre.

      Lleida, 18 de enero de 2011.

      Estoy pasada de cuentas y enorme. No encuentro postura para pasar los días y no noto ningún indicio de parto. Estoy entre impaciente, incrédula y cabreada, porque todo el mundo me pregunta si ya he parido.

      Paseo un montón y veo series para hacer más llevadera la rutina. A las cuatro tengo revisión rutinaria, al salir del coche noto un pinchazo, después me di cuenta de que era una contracción, pero en ese momento me pareció otro de los pinchazos que me daban en la vagina, del peso que ya tenía.

      El tocólogo me pesa, me mira la tensión y los latidos y todo perfecto. Me da cita la semana siguiente para monitores ya en el hospital. Me envía a casa.

      Comemos, como cada día y después de fregar y recoger nos ponemos a ver una serie. Y todo comienza. Con emoción empiezo a notar los pinchazos, que se repiten. A pesar de mi incredulidad, sé que ha empezado.

      Mi marido coge el móvil y lo pone en modo cronómetro para empezar a contar. Estoy muy emocionada, son las seis y media de la tarde y el asunto va a marchas aceleradas. A las siete y media, intento hacer una infusión, contamos contracciones cada cinco minutos y tengo la boca seca, pero como no he roto aguas, pienso que va para rato. Estoy un poco nerviosa de la emoción y decidimos llamar a mi hermana, que ha parido hace tres meses.

      Nos coge el teléfono en la calle y después de escuchar a mi marido explicar los síntomas nos dice que vayamos al hospital que eso ya está. Se pone a llorar y cuelga.

      Yo emocionada perdida me voy a buscar bragas grandes para meter en la maleta del hospital.

      El viaje en el coche, de diez minutos, se me hace insoportable, no puedo estar sentada y empujo con los pies para elevar el culo, las contracciones son ya fuertes. Aparcamos y el camino hasta el hospital se me hace eterno. En cada contracción me paro y me inclino a respirar. Pero sonrío.

      En el Arnau de Vilanova, nos hacen los papeles, entro y sonrío a una mujer mientras espero. Mi marido espera fuera. Una ginecóloga me pregunta que qué me pasa y le digo que tengo contracciones. Me desnudo, me mira y me dice, vístete, estás de parto, estás de 7 centímetros, pasas a dilatación.

      Dilatación son unos boxes separados por cortinas, allí me espera mi marido. Son las nueve y media de la noche. Mis recuerdos empiezan a mezclarse, ya no tengo mucha conciencia del tiempo y del espacio.

      La comadrona me dice que si quiero epidural, que lo decida, porque después ya no habrá ocasión. Yo me encuentro bien y le digo que no la quiero.
      Me ponen la vía y un cinturón que mide latidos y contracciones, me informan de que puedo pasear y me traen una pelota de dilatación. Yo no la había probado, pero me ayuda muchísimo a relajarme entre contracciones. Las contracciones las paso de pie, inclinada sobre la cama.

      Mi marido me anima sin cesar, yo llevo la bata de hospital y mis calcetines. Se ve que me hago caca varias veces, pero no me entero, mi marido, como si fuese una doula, me lo recoge sin que me entere.

      Creo que son las diez y media de la noche, cuando viene la matrona y me explora, me dice que estoy de 9 centímetros, que el bebé parece grande y que me va a romper las aguas. Yo le digo que vale, no tengo ganas de hablar nada y hablo bajito. (meses después me enteré de que no es necesario romper la bolsa a no ser que haya algún tipo de riesgo y haya prisa).

      Las contracciones son muy fuertes y yo empujo por sugerencia de la matrona. Empiezo a estar cansada y un poco desorientada. Mi marido sigue animándome sin parar, ayudándome. Gruño como los deportistas de alterofília empujando, pero a veces no puedo más y respiro las contracciones.

      No sé cuánto tiempo pasa, vuelve la matrona y creo que me dice que estoy en completa, que nos vamos a paritorio, pero que me tienen que hacer episiotomía y que me pondrán anestesia local.

      Yo siento una gran decepción y me siento fracasada, pero digo que vale, estoy muy metida en mi y en mi hija y sólo quiero seguir adelante.

      No recuerdo cómo me llevan al paritorio, me explican que al haber salido las aguas algo teñidas, vendrá la pediatra y al sacar a mi hija, aspirarán las vías. Digo que vale y llega mi marido, que entra por otra puerta.

      Al potro. Me dicen que me agarre a unas barras que hay y que empuje cuando note las contracciones. Noto el pinchazo de la anestesia local y sigo a lo mío. Mi marido me abraza por los hombros y me anima.

      Se me hace eterno, empujo con todas mis fuerzas y sólo puedo decir que no sé hacerlo mejor, que no puedo. Ellas me dicen que sí que puedo.

      A parte de la matrona que me ayuda, que se llama Sonia, hay otras tres o cuatro, que nos echan una bronca por no avisar de que es un bebé grande para haber hecho cesárea de urgencia. Mi marido, indignado, dice que no  lo sabíamos. Yo escucho todo, pero no hago ni caso, todo me importa un bledo, sólo noto como que exploto por dentro, como si me empujaran desde dentro.

      Una mujer me pone el brazo bajo el pecho, para que no suba otra vez mi peque. (posteriormente me entero de que es una maniobra que se llama kristeller y que está desaconsejada porque es muy perjudicial para el bebé y para la madre). No hace presión, no puede, porque yo me incorporo y empujo, así que quita la mano.

      Me dicen que la mire. Yo no puedo porque cierro los ojos para hacer fuerza, pero hago un esfuerzo y miro. Veo su coronilla o una parte de su cabeza, no sé muy bien. Me invade alegría y más fuerza, pregunto si sigue la contracción, aunque sé que sí, reuno fuerza y empujo.

      Ya está mi niña fuera, las escucho decir que es preciosa, cortan el cordón y a mi lado la pediatra le hace la aspiración. Mi marido, que no había escuchado la explicación, está blanco y me mira asustado, pero pronto Nahia empieza a llorar, me la ponen encima y la veo tan preciosa que sólo acierto a decir “de dónde has salido tú”. No está roja ni tiene manchitas, ni nada, como si no hubieramos hecho esfuerzo. Se hace caca encima de mi, nos limpian y me la vuelven a dar.

      Me cambio yo misma a la cama en la que me llevan a observación, sin despegarme de mi hija ya para nada. No utilicé la cuna esa que dan en ningún momento. Nació a las 2 y 20 de la madrugada, pesó 4, 450 y midió 55 centímetros.

      La sensación de felicidad y colocón me duró muchísimos días. Aunque no tuve mucho apoyo del personal, nosotros tres estábamos tan contentos de estar juntos, teníamos tantas ganas de que todo fuese bien, que mi recuerdo es fantástico, una sensación que me ha cambiado para siempre. Mi hija supo hacerlo increíblemente bien, ya la quería antes de que saliera, pero cuando la vi, invadió una sensación increíble de paz, felicidad y admiración.


      Gracias, Miren, por ceder y compartir con nosotras algo tan tuyo. Un abrazo.


       
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